Francisco y los cambios en la economía. Grupo Noticias y Gara. Juan Manuel Sinde
27/04/2025
El Papa Francisco y los cambios en la economía
Es conocida la importancia que el Papa Francisco daba a los asuntos económicos y sociales y su preocupación por las debilidades del sistema económico vigente, en especial por las importantes desigualdades que genera y de las que se deriva el “descarte” de muchas personas. Así como es conocido su interés en que la Iglesia supere lo que denomina el pecado del habríaqueismo, “con un exceso de diagnóstico, que se limita a decir lo que habría que hacer y que debería ir acompañado de propuestas realmente aplicables”.
Ante esta situación, insistía en que se necesitan iniciativas compartidas, incluso a nivel internacional, y subrayaba que “hace falta sacar consecuencias prácticas de los grandes principios sociales para que no se queden en meras generalidades y para que puedan incidir eficazmente en las complejas situaciones actuales”.
Pero quizás no sean tan conocidos algunos procesos que puso en marcha y algunas instituciones que alumbró y apoyó para no quedarse en palabras e incidir en cambios en el sistema económico, siquiera con un horizonte de muy largo plazo.
En ese sentido, si al Papa Juan Pablo II se le asocia con el fin del comunismo como sistema económico, las intervenciones del Papa Francisco han sido un látigo para el capitalismo ultraliberal (hasta el punto que el primer ministro argentino Milei le calificara de “representante del Maligno”) y es posible que hayan contribuido a importantes cambios, al menos en los principios rectores, de instituciones empresariales muy importantes en el mundo. Así, Business Roundtable, probablemente el lobby empresarial más influyente de USA, tomó en el 2019 la decisión histórica de abandonar el principio vigente en los últimos 50 años según el cual el único propósito de las empresas debería ser proporcionar el máximo valor al accionista. Dicho propósito, auténtica Biblia de los negocios durante décadas y norte de las enseñanzas en las Escuelas de Negocios de todo el mundo (incluso de las regidas por instituciones católicas, todo hay que decirlo) había sido alumbrado por el Premio Nobel de Economía y líder de la Escuela de Chicago, Milton Friedman, y era sustituído por el de ofrecer una satisfacción equilibrada a los distintos stakeholders de la empresa, no teniendo en cuenta en las decisiones de las empresas sólo a los accionistas sino también a los trabajadores y la Comunidad en la que se insertan.
Algunos de sus miembros, en una colaboración novedosa de líderes empresariales que se dicen inspirados precisamente por la guía moral del Papa Francisco y entre los que se cuentan empresas que dan empleo a más de 200 millones de personas, se han comprometido a aprovechar su influencia y recursos para contribuir a un sistema económico que sea más justo y sostenible y a unas sociedades más justas y colaborativas a fin de mejorar la vida de millones de personas en el mundo.
También personas referentes como Michel Camdessus, exdirector general del FMI, y católico ferviente seguidor de Francisco, han destacado las graves consecuencias sociales, económicas y políticas que está generando la desigualdad, con el preocupante crecimiento de los populismos en USA y en Europa. Contribuyendo así a un cambio de paradigma económico en el que la persona recupere su dignidad y proyagonismo.
Al contrario de sus antecesores, calificados convencionalmente de conservadores, Francisco se ha ganado el label de progresista en cuestiones económicas y sociales, no sólo por su firme y permanente condena de las excesivas desigualdades sino por haber sido un firme defensor del cambio climático “escuchen a los científicos” y un líder mundial en cuestiones medioambientales, siendo el primero en advertir de la grave degradación del planeta. Así como en la denuncia del insolidario comportamiento de las sociedades occidentales ante la tragedia de las personas migrantes.
Y la verdad es que las posiciones del Papa lo han sido partiendo de los valores del humanismo, en los que gustaba coincidir incluso con políticos no creyentes o con líderes de otras religiones como la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana junto al Gran Imán al-Tayeb, pero rechazando a la vez el materialismo dialéctico y la lucha de clases, a pesar de ser frecuentemente tachado de comunista por grupos sociales que veían amenazados sus intereses económicos.
Por otro lado, desde un punto de vista institucional, quizás el movimiento que más genuinamente recoge las orientaciones de Francisco es el denominado Economía de Francisco, que se estructura en 12 grupos que están reflexionado sobre distintos aspectos de la vida económica y social, tales como el cambio climático, la energía sostenible, el impacto medioambiental, la empresa humanista, la igualdad de la mujer, la paz y la reconciliación, el sentido de la gratuidad,…
En su lanzamiento a nivel mundial, con la presencia del Papa Francisco en persona, fuimos invitados a presentar como propuesta de futuro un modelo de empresa inspirado en nuestras experiencias en el País vasco que sirviera para conciliar el desarrollo humano y la competitividad empresarial. Y cuyo Hub Vasco cumplirá ya 4 años el próximo día 27 del presente mes desde su constitución, bajo el paraguas institucional de Arizmendiarrieta Kristau Fundazioa.
Queda por ver la capacidad de los diferentes procesos puestos en marcha por el Papa que acaba de fallecer de provocar cambios reales en la compleja realidad socio-económica mundial, pero entendemos que merecen ser apoyados desde nuestra humilde realidad, practicándolos en la medida de nuestras posibilidades. Recogiendo así el testigo de un Papa profundamente comprometido en la mejora del sistema económico vigente.
Juan Manuel Sinde
Presidente de Arizmendiarrieta Kristau Fundazioa