El Modelo inclusivo de empresa y el Vaticano (Juan Manuel Sinde)
15/04/2019
La acogida al Modelo inclusivo participativo de empresa, aprobado por unanimidad de los grupos parlamentarios navarros, está siendo muy positiva en todos los Foros en los que se presenta. Entre ellos, quizás merezca especial mención el respaldo al mismo del Dicasterio vaticano para el Desarrollo Humano Integral.
Ciertamente, no es una novedad la preocupación del Papa Francisco por los problemas sociales, lo que le lleva a estimular entre los cristianos iniciativas sobre posibles reformas del sistema económico para hacerlo más humano.
Así lo muestra la creación, por un personal motu propio, del nuevo Dicasterio, una especie de ministerio que engloba a los antiguos Pontificios Consejos de Justicia y Paz, «Cor Unum», para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y para la Pastoral de la Salud, con el que trata de fortalecer el músculo del compromiso social de la Iglesia.
Aunque el respaldo vaticano al nuevo modelo de empresa ha sorprendido a algunos, no es, sin embargo, de extrañar para nadie que conozca la visión “personalista y comunitaria” que propugna la Doctrina Social de la Iglesia.
Los valores en los que se asienta el Modelo de empresa propuesto son muy similares a los valores que Arizmendiarrieta, inspirado en la enseñanza social de la Iglesia, quiso imprimir en la Experiencia cooperativa que contribuyó a crear.
En efecto, el sacerdote promotor del 2º grupo industrial navarro cuidó que en las nuevas empresas se diera el respeto a la igual dignidad humana de todas las personas y la búsqueda del bien común, lo que implicaba priorizar las necesidades del proyecto colectivo sobre los intereses de los distintos grupos de interés (trabajadores, accionistas, …).
También estableció que el objetivo prioritario de la empresa no es obtener el máximo beneficio a corto plazo sino satisfacer de forma equilibrada a las personas de dichos grupos de interés. Promovió, asimismo, la participación de los trabajadores en la gestión, los resultados y la propiedad, buscando mantener unos criterios de solidaridad interna entre los distintos grupos citados. Así como preocuparse por desarrollar unas políticas solidarias con la comunidad en la que la empresa desarrolla su actividad.
Pero, por otro lado, la Santa Sede también es muy consciente de que las empresas deben ser sostenibles, lo que no es sencillo en un mundo económico sometido a grandes transformaciones derivadas de la utilización de la inteligencia artificial y la llamada economía digital.
Y que cambia, asimismo, su centro de gravedad como consecuencia de la globalización. (En efecto, China, India y Brasil, que representaban apenas el 10% del PIB mundial en 1950 mientras que a los seis líderes económicos tradicionales del Norte les correspondía más del 50%, serán en el 2050 responsables del 40% de la producción mundial y superarán ampliamente al PIB del G-7).
El reconocimiento vaticano puede ayudar, además, de forma muy relevante a la progresiva implantación del Modelo en dos ámbitos muy concretos: la difusión en los centros universitarios católicos de todo el mundo y su proyección internacional entre empresarios, directivos y sindicalistas cristianos.
Por lo que se refiere a las Universidades y Escuelas de Negocios, no podemos olvidar que existen alrededor de 450 en todo el mundo que están impulsadas por instituciones católicas como la Compañía de Jesús o el Opus Dei.
El hecho de que tanto la Universidad de Navarra como la Universidad de Deusto estén entre los miembros fundadores de la Fundación Arizmendiarrieta puede suponer un camino privilegiado para, con un horizonte de largo plazo, aspirar a tener alguna incidencia en la formación de los futuros líderes empresariales (sobre todo, lógicamente, en nuestro ámbito más cercano).
Y en cuanto a los empresarios y directivos a nivel internacional, podemos constatar el interés mostrado por UNIAPAC (Asociación internacional de empresarios y directivos cristianos, que agrupa a alrededor de 30.000 profesionales de 38 países distintos) para abordar con nuestra presencia (precisamente a sugerencia de la Santa Sede) el análisis del nuevo Modelo en la reunión anual que su think tank mundial celebra en París en abril del 2019.
Se han interesado, asimismo, líderes sindicales con puestos de responsabilidad en organismos europeos, para los que la visión de la empresa basada en la dignidad humana es de sumo interés.
Con todo, mención especial merece la atención de prestigiosos miembros de la OIT en su centenario. Preocupados, al igual que destacados líderes políticos europeos, por buscar un modelo de empresa que pueda aportar una esperanza para el futuro del trabajo en un escenario de gran complejidad, especialmente para Europa.
Se abren, por tanto, numerosas posibilidades de cara al futuro, que habremos de gestionar con realismo… y contando con la colaboración de todas las personas de buena voluntad, sean o no creyentes.
Paso corto y mirada larga era una frase querida por Arizmendiarrieta que sus seguidores tendremos que tener muy presente en todo momento.
Juan Manuel Sinde
Presidente de la Fundación Arizmendiarrieta