Liderazgo empresarial en tiempos de incertidumbre y transformación. Sabin Azua. El Economista

02/04/2023

En estos momentos en que la palabra más repetida por los directivos empresariales al hablar sobre la situación general y sus expectativas futuro es “incertidumbre”, nos preguntamos seriamente si vale la pena definir estrategias empresariales de futuro o concentrarse en la gestión del presente. Esta permanente paradoja ha estado presenteen todos los procesos de pensamiento estratégico de las organizaciones; no es algo nuevo, aunque en los últimos tiempos resuene sin cesar.

¿Realmente nos encontramos en la cúspide de un nuevo sistema económico con unas características diferentes a las que hemos dado por supuestas? Es evidente que existen signos de transformación profunda, entre otros, derivados de la globalización de la economía, la aceleración tecnológica y de su creciente impacto en las estrategias empresariales. Los cambios sociales en relación con el trabajo, las nuevas formas de organizar y gestionarla necesidad de vincular la empresa con las necesidades sociales también son rasgos destacables.

En mi opinión, las estrategias empresariales deben tener, en su esencia, una permanente movilización hacia el futuro: entiendo la estrategia como algo flexible y adaptativo a las cambiantes condiciones de entorno,  que favorece una adecuada acumulación y mejora de los recursos con los que cuenta, reconoce y fortalece su liderazgo en competencias esenciales; y compite mediante la articulación de su coalición con el ecosistema con el que cuenta, a la par que maximiza la tasa de aprendizaje y la vinculación del talento con su proyecto empresarial. Como decía Gary Hamel: “Los directivos de las empresas deben ser arquitectos visionarios en lugar de ingenieros de mantenimiento”.

Apostar por el pensamiento estratégico en medio del clima de incertidumbre debe de incorporar una dinámica que se define desde una Identidad claramente establecida y diferenciada en su entorno competitivo, y además, con una permanente exploración de nuevas formas de hacer y de resolver necesidades de los clientes actuales y futuros. Además, debe incluir la decidida ambición de crecimiento y presencia internacional, y redoblar la apuesta por la acumulación y difusión del conocimiento (incorporando las tecnologías emergentes con celeridad), una estructura organizativa basada en Comunidades de Personas que potencien el compromiso y la vinculación con el propósito estratégico de la organización y una red de colaboraciones y alianzas que potencie las capacidades internas.

En este entorno competitivo, llegaremos más pronto que tarde a preguntarnos sobre la naturaleza del Liderazgo que es necesario para desarrollar estas iniciativas empresariales. Considero que este liderazgo debe tener un sentido ambicioso de transformación permanente que genere trascendencia en la organización, que combine elementos como la disrupción, el pensamiento alternativo, la osadía o la disidencia, con la gestión eficiente de los aspectos más cotidianos de la vida empresarial. Steve Jobs se preguntaba: “¿Porqué unirte a la marina si puedes ser un pirata? Conviene ahondar en la respuesta.

Comparto la visión de CK Prahalad que desde su concepción del “Sueño Estratégico” quiere dar un sentido de futuro a las organizaciones. Nos llama a generar una causa, un movimiento que permita movilizar la inteligencia, la curiosidad, la creatividad y el compromiso de las personas de la empresa. En estos tiempos de desapego emocional con las empresas, necesitamos un potente motor movilizador que ayude a direccionar los esfuerzos, los recursos, las voluntades y la vinculación con el entorno.

Este propósito estratégico debe estar fuertemente ligado con la orientación a la acción. Los líderes empresariales fomentan la capacidad de la organización para actuar, empoderan a sus integrantes para el desarrollo de las actividades, impulsan la búsqueda de nuevas rutas para desplegar el sentido estratégico de la organización. La gestión dual de la organización es vital para generar su competitividad actual y futura. Como decía Michael Jordan: “Algunos líderes quieren que algo pase, sueñan con que ocurra, pero los verdaderos, son los que hacen que suceda”. La orientación al logro colectivo es esencial en el ejercicio del liderazgo.

Estamos asistiendo a una permanente apelación a la lucha por el talento como el reto competitivo más relevante para la mayoría de las empresas. Creo que la tarea de identificar, desarrollar y retener el talento ha sido siempre esencial en el liderazgo empresarial. Ciertamente, hoy en día esta tarea esencial presenta unas características diferentes, y no podría ser de otra manera, habida cuenta los enormes cambios sociales a los que asistimos, que condicionan nuestra relación con el mundo del trabajo y sus nuevas modalidades, con mayor influencia de la multiculturalidad y la creciente diversidad, o la presión por la adecuación de la práctica empresarial con las necesidades sociales. Estas son las nuevas oportunidades que las y los líderes deben gestionar adecuadamente.

El liderazgo empresarial debe tener una clara orientación hacia la generación de un entorno que favorezca el desarrollo de las personas y promueva la democratización de la organización. Se trata de desarrollar un entorno que estimule a las personas y a los equipos, con formulas creativas de organización del trabajo que reconozcan y permitan la conciliación y la adaptación a las necesidades de las personas. Liderar implica crear líderes a todos los niveles, incorporar a las personas a la causa o propósito estratégico de la organización, aprender de las personas de la organización con humildad y, educar. “El mejor líder es quien sabe elegir a los mejores para hacer que las cosas pasen, y tiene la templanza para no entrometerse mientras lo hacen”, en palabras de Theodore Roosevelt.

¿Cómo son los líderes que manejan la incertidumbre? El liderazgo que necesitamos combina osadía y sentido común, agitación y concreción, atrevimiento y humildad, transmisión y escucha, educación y aprendizaje.

 

Sabin Azua
Presidente de EUSMEX S.L.