Utopía o profecía (José Ignacio Gárate)

04/02/2021

¿UTOPÍA O PROFECÍA?

JI GARATE. EL DIARIO VASCO.

 

Del 19 a 21 de noviembre pasados se celebró un encuentro por videoconferencia, convocado por el Papa Francisco, en el que participaron 2.000 jóvenes de 120 países, economistas y emprendedores con objeto de reflexionar sobre la Economía de Francisco (EdF).  En este evento tuvo un papel clave el liderazgo del propio Papa con seis intervenciones personales, orientando a los participantes en los fundamentos de la EdF: predicando la importancia de la acción y con una apuesta decidida por los jóvenes, instándoles a convertirse en agentes del cambio.

Los beneficios que se persiguen con la EdF no pueden ser otros que la dignidad de las personas frente a la economía de la exclusión y la sostenibilidad de la madre tierra frente a la economía de sobre explotación de sus recursos.  Durante esos días hubo oportunidad de participar en catorce conferencias dirigidas por profesores de reconocido prestigio internacional, que mantuvieron un dialogo sincero en diferentes materias como; el desarrollo sostenible, la lucha contra la pobreza, la inseguridad alimentaria, la dignidad del trabajo, el reconocimiento del papel de la mujer, las finanzas al servicio del bien común y nuevos modelos de negocio.

En esta última materia tomó parte Juan Manuel Sinde, presidente de la Fundación Canónica Arizmendiarrieta, presentando el ‘Modelo inclusivo participativo de empresa’ aprobado por unanimidad por los parlamentos vasco y navarro, para resolver mediante la participación de los trabajadores en el capital, los resultados y la gestión el tradicional enfrentamiento capital–trabajo, avalado desde la reconocida trayectoria del movimiento cooperativo de Mondragón.  Un ejemplo de desarrollo competitivo de la economía social.

Es oportuno destacar la coincidencia de los fundamentos de la EdF con los planteamientos de José María Arizmendiarrieta, ideólogo de la experiencia cooperativa de Mondragón. Quien la inició con una apuesta decida por unos jóvenes a quienes les inculcó unos solidos valores orientados al bien común desde la solidaridad, resaltando la importancia de la acción provocadora de un cambio en el modelo de empresa para conseguir una verdadera transformación de la sociedad.

El último día se trabajó colectivamente con el modelo del Donuts Económico desarrollado por la profesora de economía Kate Raworth bajo el título ‘Todos somos países en vías de desarrollo’.  Se trataba de dejar de lado el tradicional sistema de diferenciación entre países ricos y pobres en función de la tasa de crecimiento del PIB y de la renta per cápita, para analizarlos poniendo de relieve las deficiencias que se pueden observar en la cobertura social y los excesos que se cometen en relación con la sostenibilidad medioambiental.

De estos trabajos se obtuvieron importantes recomendaciones que se trasladan a las conclusiones del evento, entre las que se destacan:

1.– Que la salvaguardia del planeta sea un punto central en las agendas de todos los gobiernos.

2.- Que nunca se vuelvan a utilizar ideologías económicas para descartar a los desfavorecidos.

3.– Que el derecho al trabajo digno para todos sea respetado en cada empresa, garantizado por las políticas sociales de cada país y reconocido a nivel mundial con un estatuto compartido.

4.- Que sean abolidos los paraísos fiscales, porque el dinero depositado en un paraíso fiscal es dinero robado a nuestro presente y a nuestro futuro.

5.- Que se creen nuevas instituciones financieras mundiales y se reformen las ya existentes para que ayuden al mundo a recuperarse de la pobreza.

6.- Que las grandes instituciones, introduzcan un comité ético independiente, con veto en materia de medio ambiente, justicia e impacto sobre los pobres.

7.- Que los estados asuman el compromiso de una educación de calidad para cada persona.

8.- Que las trabajadoras tengan las mismas oportunidades que los trabajadores.

9.- Que se comparta un compromiso para acercar el tiempo profetizado por Isaías: «Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas. Una nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra».

Conclusiones que pueden valorarse como «utopía» en el sentido acuñado por Tomas Moro para describir una sociedad ideal y por tanto inalcanzable. O como «profecía», en el sentido de anunciamiento de lo que necesariamente ha de suceder.

El Papa Francisco no dudó en calificar este trabajo de «profecía» vislumbrando la hermosura de las nuevas soluciones. Hoy es incuestionable la necesidad de una nueva cultura económica, promovida por la mirada diferente de los jóvenes, desde liderazgos desafiantes ante las injusticias, que conduzcan a cambios de estilos de vida con prevalencia del bien común.

*Para profundizar en la EdF se puede acceder a www.francescoeconomy.org

 

José Ignacio Gárate

Secretariado Social de la Diócesis de Donostia